Comer
saludablemente:
Llevar un plan de alimentación personalizado y adecuado a las
necesidades y gustos de la familia es básico para nutrirnos bien, para mantener
o conseguir un peso adecuado y sobre todo para controlar nuestros niveles de
glucosa.
Mantenerse
activo:
Establecer un plan de actividad física: constante y de acuerdo a nuestra
condición personal ayuda a normalizar los niveles de glucosa y contribuye al
control metabólico. Caminar 30 minutos diarios 6 veces a la semana es
suficiente para a ver resultados.
Medir constantemente los niveles de glucosa:
Llevar un registro diario de estas cifras proporciona una herramienta de gran ayuda para el médico y el educador en diabetes. Permite la modificación del tratamiento con base en la observación de las fluctuaciones de glucosa.
Seguir el tratamiento médico:
Los antidiabéticos orales y la insulina apoyan en el control de los niveles de glucosa.Es necesario conocer su función y los efectos que producen en el organismo, así como sus horarios. Todo esto deberá relacionarse con los alimentos y la actividad física.
Aprender a enfrentar retos cotidianos:
LA EDUCACIÓN es la piedra angular en el control de la diabetes. Un paciente que se conoce y que conoce su condición reduce la posibilidad de presentar complicaciones y, por ende, garantiza una mejor calidad de vida.
Tomar una actitud positiva y adaptarse sanamente al nuevo estilo de vida:
Implementar técnicas que ayuden a relajarse y a incorporar la diabetes a la vida para aprender a vivir mejor con ella.
Reducir riesgos:
Aprender sobre las complicaciones agudas y crónicas de la diabetes y cómo prevenirlas. Además es importante iniciar una revisión periódica por especialistas (oftalmólogo, odontólogo, etc.) para su detección y control oportuno.
¿Qué hacer si se tiene diabetes?
En este articulo encontramos siete recomendaciones a seguir, con una descripción sencilla se establece una guía rápida que puede servir de referencia para sobrellevar de mejor manera esta enfermedad.